Nos amenaza el sufrimiento desde tres direcciones: nuestro cuerpo, condenado a la descomposición; el mundo exterior, que puede arremeter contra nosotros con una fuerza de destrucción abrumadora e implacable; y, finalmente, nuestras relaciones con los demás.
Esta última fuente nos resulta quizás más dolorosa que cualquier otra.
Sigmund Freud, El malestar en la cultura, 1930
En general, el deseo de pertenencia, de tener relaciones personales o de formar parte de grupos es considerado algo fundamental en el ser humano-
Porque las personas necesitan, en mayor o menor grado de la reciprocidad, con otras personas para comprender el mundo, mantener la autoestima, desarrollarse personalmente, contar con apoyos y afectos
Así, dentro de las relaciones personales se encuentra la pareja, la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, la sociedad…
Igualmente, las relaciones personales son fuente de conflicto y emociones, cuando el individuo se siente apartado, rechazado, solo o cuando tiene dificultades interpersonales.
Sobre todo, el psicoanálisis ayuda a la construcción de vínculos más sanos, a través del análisis de las relaciones personales y lo que ocurre en ellas
Porque relacionarse con otras personas es fuente de emociones positivas, de conflicto o sufrimiento, generando así todo tipo de efectos en la vida psíquica.