«La vida misma sigue siendo una terapeuta muy eficaz», Karen Horney, ‘Nuestros conflictos internos’ (1945) Nueva York: W.W. Norton et al, p.240.
Ciertamente, el psicoanálisis es en sí mismo, un potente método de introspección personal, que le permitirá al consultante en el trabajo con el psicoanalista, adentrarse en el análisis de su biografía y vida, en un espacio de consulta profesional.
Además, el psicoanalista está especialmente entrenado para trabajar sobre biografía y vida con el consultante, ya que además, él o ella misma a su vez, han pasado por su propio análisis personal durante largos años.
En efecto, en las sesiones de psicoanálisis, el psicoanalista invita al consultante a que hable sin censura sobre contenidos y emociones relacionadas con su biografía y vida, al objeto de dotarles de significados, de comprensión, de elaborarlos y de compartirlos.
Y ello, tanto desde un punto de vista terapéutico, como desde un lugar de querer saber más sobre uno mismo y adquirir mayor consciencia.
Porque al conversar de biografía y vida, el consultante va tejiendo una narrativa para dar sentido a su mundo interno y a sí mimo/a
Con este fin de devolver significados, el psicoanalista escucha lo que subyace en el relato de su analizado, pero a un nivel más profundo que el manifiesto en la propia historia que relata.
De manera, que en las sesiones de psicoanálisis y psicoterapia psicoanalítica, se trabaja mediante la con la palabra, con los recuerdos de infancia y juventud, el momento presente, la vida cotidiana, los sueños, las fantasías, los deseos, las experiencias, los afectos, las personas significativas, la sexualidad…
También, en esta consulta se admiten para el análisis de biografía y vida, cartas, escritos, conversaciones, dibujos, fotografías, líricas…
En definitiva, en las narraciones psicoanalíticas sobre biografía y vida, habrá acontecimientos críticos en la vida del consultante, desafíos vitales, influencias positivas y negativas, relatos familiares, momentos cargados de afectos…